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No te enojes, es la verdad y es un tema que nos da la peor flojera. El medio ambiente no nos importa-importa. ¿O sí? ¿Realmente hacemos algo o solo lo decimos?

¿A ti sí? Entonces echarte este post completo por la causa no te va a costar nada de trabajo.

Yo te puedo decir que a mí me daba exactamente igual hasta hace de 6 meses. Realmente no había cambiado ninguno de mis hábitos ni había dejado de hacer cosas que ya sabía que perjudicaban al mundo en donde yo vivo. Pero algo me pasó, algo cambió en mí y no quiero que me valga madres. En estos últimos 6 meses le he dedicado tiempo a aprender y entender dónde estamos parados y a dónde podemos llegar si cooperamos.

El otro día (el 18 de enero, para ser exactos) en Chihuahua, una persona que yo estimo mucho dijo:

Quien no crea en el cambio climático es un pendejo.

Y creo que tiene razón. Pero no solamente es creer en el cambio climático sino hacer algo, porque es muy fácil señalar un problema y quedarte viendo como espectador.

Ahora, entre creer en el cambio climático y hacer algo al respecto hay un abismo gigantesco. Este post es ese puente. Es un puente bien seguro, fácil de cruzar, sin fallas y con una vista increíble, te lo prometo.

Últimamente me he metido en este tema y ahorita mismo creo que hay cientos de cosas que podemos hacer por corregir nuestros hábitos. Entre trabajar en Pakaraima, conocer gente activa en esto y madurar tantito, estoy tratando de cambiar y te cuento lo que yo he hecho desde entonces. Que quede claro que no soy ningún experto en el tema pero de lo que he leído/escuchado/aprendido te comparto mis conclusiones.

En la gran mayoría de los casos, yo siento que nuestra generación tiene 2 problemas principales:

  1. No nos importa nada porque creemos que nuestras acciones/pensamientos/ideales no pesan ni influyen. Creemos que no pasa nada si contaminamos, si seguimos consumiendo al ritmo que lo hacemos, si seguimos con nuestra dieta y si tiramos un chicle a la calle. Vamos por la vida comprando smoothies/cafés/tés en envases “desechables” todos los días. Realmente estamos confiados de que el mundo no se va a acabar en nuestro tiempo; tal vez después, pero no nos tocará a nosotros. Vivimos pensando que no hay consecuencias de nuestros actos y hacemos lo que se nos da la gana sin detenernos a pensar si estamos contribuyendo positiva o negativamente al lugar que habitamos.
  2. No entendemos que nos toca a nosotros hacer el cambio. Suena idealista, sí, pero es la verdad. Somos la generación que sigue; los próximos artistas/creativos/doctores/políticos/empresarios/actores de cambio de este mundo. La batuta ya se nos entregó y es nuestra responsabilidad mejorar en todos los sentidos.

Entonces, ante tanto bombardeo negativo de que el mundo se acaba, ¿qué podemos hacer tú y yo para mejorar NUESTRO planeta?

Si no sabes por dónde empezar, échale un ojo a estas cosas que yo procuro seguido. Como te dije antes, para nada soy ningún experto pero estoy intentando poner de mi parte. He leído mucho, me he echado varios documentales y he platicado con personas que sí le saben de veras. La parte importante es intentar.

  • Usar un termo/botella durable. ¡Carga con tu termo a todos lados! Así dejamos de producir tanto plástico, además sale mucho más barato comprar un garrafón que el equivalente en botellas de 600ml o 1l. Cool, ¿no?
    • Otras cosas de plástico que usamos mucho y puedes reemplazar son los cepillos de dientes y los rastrillos. Podemos usar de madera o bamboo y rastrillos de metal que puedes usar más veces y solo cambiar la navajita.
  • Pide tu café/te en tu termo. Igual es regalado hacerlo. En Estados Unidos se tiran 400 millones de vasos de plástico al día, también. Sucks.
  • No compres unicel. Mi cuate Alecs, a quien siempre presumo, se niega a consumir productos que vengan involucrados con este material. Literalmente dejó de comprar su jugo de naranja en la calle y le dijo explícitamente al dueño que esa era su razón. Si todos hiciéramos lo mismo, ¿crees que el vendedor seguiría comprando unicel? Lo dudo.
  • Dejar de comer carne. Intenta dejar todo tipo de animal por un día a la semana (o por 7). Come lentejas/frijoles/quinoa/garbanzos/arroz/etc. Si no lo quieres hacer por el mundo ni por mí, hazlo porque Leo DiCaprio lo dice también. Hay cientos de páginas, libros y recursos con recetas que puedes usar fácilmente y encima está bien divertido. Ah, y ¿ya te dije que es MUCHO más barato?
    • Si crees que no sirve de nada, lee este artículo (cero imágenes y CERO cosas morbosas feas, puros datos)
  • Dejar de usar popotes. ¡Por el amor de quien quieras! Es regalado decir “sin popote, por favor” cada vez que vayamos a cualquier lugar. No somos bebés ni ancianísimos.
  • Llevar bolsas propias al súper. Cuando me fui de intercambio a Berlín no existían bolsas de plástico en el súper. ¿Quieres cargar tus verduras? Lleva tus propias bolsas y ayuda mucho. Pongamos el ejemplo aquí. Últimamente en Chihuahua hago el súper con mi mochila y ahí guardo todo. Las personas en la caja se sorprenden y cuando les cuento por qué, todas están de acuerdo.
  • Apagar el agua cuando te enjabonas. Fácil: prendes el agua-te mojas-la apagas-te enjabonas-la prendes-te enjuagas-listo. ¿Ubicas cuando te sales del jacuzzi y te vuelves a meter? Es el mejor sentimiento del mundo. Así es esto también y ahorras un montonal de agua.
    • Alternativa rifada: báñate con agua fría. Seguramente te vas a tardar menos y ahorras más.
  • Pedir/dar ride. Esteban siempre me pide que pase por él para ir a escalar y compartir emisiones de CO2 y me parece increíble. Hagamos más de eso.
  • Caminar más/usar más bicis. Este habla por sí mismo. Usar coche es de las principales fuentes de problemas al medio ambiente.
  • Educarnos. Es importante saber qué pasa cada vez que hacemos X o Y cosa, qué problemas existen y qué soluciones podemos implementar en todo tipo de situación. Information is power, dicen por ahí, y ese poder de verdad que está en nuestras manos.
  • Actuar. Es como la política; no se vale decir “yo no participo en esto porque no me gusta”. Una realidad es que somos parte de esto y deslindarnos no es opción.

TODAS ESTAS COSAS LAS PUEDES HACER. Absolutamente todas. Sin falta. Sin problema. Sin gasto extra.

(Un pequeño paréntesis para que te inspires viendo lo que esta mujer genera de basura en 4 años).

Para la dieta: No te asustes y dale chance. Te digo por experiencia que yo comía MUCHÍSIMA carne y de hecho mi restaurante favorito era Fogo de Chao (un restaurante de pura carne) y llevo más de 150 días sin comer ningún tipo de animal.

Si quieres comprar un excelente libro de cocina, que además está chistosísimo y regalado, échale un ojo a Thug Kitchen – Eat Like You Give a F*ck. Yo lo pedí y he estado intentando diferentes recetas; no sabes qué divertido y fácil. También he estado siguiéndole el paso al atleta Rich Roll y sacó varios libros con recetas sin animales ni productos derivados de animales : 1 y 2.

Lugares de donde yo saco recetas:

También tomé una clase de cocina en Sobremesa, un lugar en la Colonia Roma con ponentes impresionantes como Mónica Patiño, Alexis Zagorin, Lucía Benítez, etc.

Our Climate Change es un documentalillo bien padre y súper interesante. Solo dura 12 minutos y tiene un ángulo positivo que vale la pena ver.

Si quieres ver algo muy impresionante sin tener que ver escenas gráficas ni feas, ve este otro.

La neta te puedes meter lo más que quieras en este tema, y eso está increíble. Esto es solo una pequeñísima parte de lo que se puede hacer.

Antes de terminar, este post PARA NADA se trata de minimizar los esfuerzos que ya se hacen, porque sé que existen cientos de iniciativas, empresas y proyectos impresionantes dedicados en su totalidad a mejorar nuestro planeta y esos hay que apoyarlos siempre. Simplemente es señalar una realidad de la que somos parte la mayoría de las veces. Quiero dejar claro también que este es un tema fuerte. Que cuando lo ves desde una perspectiva realista puede ser abrumador y tampoco se trata de sentirse culpable de que todo lo que hacemos está mal y que mejor nos encerramos en una caja de cartón para que nuestra existencia no contamine. ¿Me explico?

El cambio está en nosotros y es hora de que nos lo creamos. Cada acción que hacemos tiene un impacto; nosotros escogemos si es para bien o para mal.

Tenemos que creérnosla YA, haciendo mancuerna y poniendo de nuestra parte porque el cambio sí se puede. Estoy seguro. Si a ti no te vale, ¡QUÉ BUENO! Pasa la voz y mándale esto a quien quieras. Consíguete un partner para hacer un reto de meatless monday o para no comprar botellas de agua en 1 mes. Sugiere en tu casa que usen bolsas de tela para ir por el súper. Algo.

Que no nos valga madres, porque si PODEMOS hacer algo y decidimos NO hacerlo, ¿qué queda de nosotros?

Fon ?.