Hoy cumplo un cuarto de siglo en este planeta. GUATEFOC. ¿En qué momento? Desde los 21 entro en crisis por cumplir años. Es una estupidez, pero no lo puedo evitar.
Tengo que decir que este año pinta diferente por el simple hecho de que, desde hace varios años, estoy consciente de lo mucho que he cambiado y (ojalá) mejorado como persona. He aprendido un MONTÓN de cosas porque genuinamente me he enfocado en absorber más y vivir más experiencias y conocer y demás. Creo que ha funcionado hasta cierto punto.
También creo que mi vida empezó a hacer sentido cuando todas esas frases cursis y choteadas se cumplían. T-o-d-a-s. Desde la típica “nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes” hasta “el tiempo cura todo”.
No soy ningún gurú de vida pero sí quiero compartirte algunas cosas en las que creo hoy. Cosas que he ido recogiendo por ahí y pensando por allá y que me daría un gusto enorme si te llegan a servir de algo. Va a ser un post larguito, pero que le puse todas las ganas.
- La gente lo es todo: Hands down, el más importante para mí en este momento. Mi familia, mis amigos, mis conocidos y la gente que ni siquiera conozco se han vuelto una parte fundamental en mi vida. Tener con quien contar, con quien compartir tu vida y con quien hacerla mejor es vital.
- No me importa lo que la gente piense (negativo obvio): Lee este post relevante POR FAVOR. Me siento como un señor de 40 que usa ropa de puberto y que ya llegó a ese punto en el que no le importa bailar en público, ni gritar alguna cosa ni hacer el ridículo (¿qué es hacer el ridículo, anyways?). Siempre que veía a alguien cantando o bailando o haciendo algo así, pensaba: “lo que yo daría por hacer eso sin pena”, y hoy creo que alguien que me viera pensaría eso de mí. Puede que al de al lado de ti también le de miedo hacerlo, pero sabes que los dos quieren y solo no se han atrevido… todavía.
- Nunca sabes a quién puedes inspirar. Haz algo: Lo que sea. Yo no soy Werner Herzog ni Alfonso Cuarón, y las cosas que he hecho no han llegado a Cannes ni a los Pulitzer (aunque sí a Sundance, luego te cuento) pero han habido varios casos en donde gente humana y real me cuenta lo que mi trabajo ha despertado en ellos. No necesitamos hacer cosas enormes para influenciar a alguien y nuestro punto de vista genuinamente importa. Decir cómo vemos la vida, qué pensamos y por qué, sí sirve de algo, te lo juro. Esto va para ti: piensa que todos los personajes grandes de la historia también son seres humanos, como tú, y que en algún momento también se cuestionaron a sí mismos.
- Hay que chambearle: Aplica para lo que se te ocurra, ya sea vender t-shirts, conseguir un trabajo, conquistar a la persona que te gusta, viajar, independizarnos económicamente, o hasta tener una buena relación con un amigo. Las cosas que valen la pena requieren esfuerzo y no hay ningún atajo.
- Lo positivo es contagioso: Punto. ¡Hagamos/promovamos más de eso!
- Nadie sabe qué hace tampoco. Relax: Yo tenía la teoría de que cuando tuviera más años ya no me ensuciaría en la comida, ya no me tropezaría en la calle y tendría mi vida en orden y arreglada, pero no es así. Hoy en día veo gente mayor que empieza negocios sin estar seguros, personas que definen su carrera a los 30 y cacho y profesionales que de repente improvisan. Nadie tiene TODO bajo control (según yo), entonces no te preocupes tanto.
- Hay que decir lo que uno siente: Lo bueno y lo malo: te quiero, te extraño, te quiero ver, me cagó esto que dijiste, por favor no hagas esto. “Hablando la gente se entiende”, dicen por ahí.
- No trabajar gratis: Este es un dilema enorme para mí porque una vez tuve un trabajo en el que no me pagaban, y me ayudó mucho a tener otra perspectiva. Claro que hay que aprender y lo que quieras, pero llega un punto en el que hablar de dinero es inevitable y necesario, aunque cueste trabajo. Siempre va a estar el que te quiera ver la cara. Piensa en tu trabajo como una extensión de ti, porque en realidad es algo a lo que le dedicas tu tiempo, tu inteligencia, tu talento, tu energía y pasión, ¿no crees? El otro día me topé con esta página y es atinadísima: Should I Work for Free?
- Aceptar cuando la riegas: Cómo cambia las cosas aprender a aceptar nuestros errores. Este es obvio y solo voy a escribir algo para ver si estás leyendo después de cada título porque normalmente nadie lee después de los títulos con número al lado. Si viste esto, te regalo este GRAN concierto para que no hayas leído en vano. You rock ??.
- No juzgar antes de conocer. La gente sorprende: El Alfonso Inseguro que estoy tratando de aniquilar siempre pensaba que ya sabía todo de una persona por ver cómo se vestía o con quién se llevaba o por la profesión que tenía. En los últimos meses que he intentado ser más abierto, la gente me ha sorprendido de sobremanera. El “mirrey superficial hueco” que yo juraba haber descifrado resultó tener el mejor gusto en películas y platicamos horas. La “niña sangrona creída” resultó ser igual de insegura que yo y nos reímos de nuestros complejos. La cosa está en dar una oportunidad chiquita.
- Gastar en experiencias y no en cosas materiales: Hace un mes escribí un post de este tema porque es mi propósito de año nuevo. Échale un ojillo aquí.
- Platicar con mis padres: Creo que nadie me puede dar consejos como mis progenitores. Y es que es cierto que nuestros papás saben de lo que están hablando porque ya lo vivieron (o vivieron algo parecido). En el momento en el que empecé a trabajar y a estudiar al mismo tiempo perdí tiempo de calidad con los dos, y he tratado de verlos más últimamente porque siempre tienen algo cierto que decir, aunque no sea lo que quiera escuchar. Podría desarrollar este punto eternamente.
- Escuchar: Dicen que escuchar es uno de los actos de generosidad más grandes que hay, y estoy de acuerdo. Porque yo soy más hablador que escuchador, me siento realmente querido cuando alguien me oye. La verdad tengo suerte. Es increíble lo que uno puede lograr con tan solo ponerle atención a alguien. No tienes que decir nada y estás ayudando, ¡qué locura!
- Ser amable: También dicen por ahí: “be kind, for everyone you meet is fighting a battle you know nothing about.” Dile “buenos días” a un desconocido y vas a ver que te contesta con una buena sonrisa. Rara es la vez que alguien no conteste y eso está padre. Da el paso, ayúdale a alguien con algo, lo que sea. Es bueno para la gente y bueno para uno mismo. Se vuelve un hábito y con actitudes así ponemos nuestro granito en lo que sea que hagamos.
- Las cosas materiales no me hacen feliz: Hasta ahorita he intentado con tenis, zapatos, relojes, lentes, cámaras, gadgets, y no ha funcionado. Algo anda mal. Esa falsa felicidad me dura un par de días y se me olvida al siguiente, por lo que concluí que ese no es el camino que quiero tomar.
- No te tomes nada personal: Mi mamá lleva años diciéndome esto y hasta hoy lo entiendo bien. Gracias, ma. Si te dicen que no les gustó tu panqué de plátano, es porque no les gustó tu panqué de plátano y ya. No me gustó tu panqué de plátano ≠ Tu panqué y tú son unos idiotas. Lo mismo aplica para cuando alguien comente sobre tus fotos/tu outfit/tus dibujos de acuarela, etc. Normalmente lo que la gente dice no es personal, entonces pues no ganamos nada armándola de tos. Yo digo. La crítica constructiva siempre es bienvenida, eso sí.
- Decir la verdad: No puedo hacer más énfasis en esta. Me parece importantísimo. Muchas veces me pasó que estuve a punto de decir una mentira por miedo al resultado pero una vez que dije la verdad, además de sentirme como si me quitara un gran peso de encima, la consecuencia terminó siendo mucho menor de lo que esperaba.
- La única forma de mejorar en algo es practicando: Suena obvio y es obvio; pero no es nada fácil. Cuando tocaba la guitarra, practicaba solo 5 minutos diarios y veía avances súper rápido. La cosa está en ser constante.
- Lee: “The man who does not read has no advantage over the man who CAN NOT read” una vez leí en una estación de espionaje en Berlín. Wow esa frase. Empecé a leer como se debe a los 21 o tal vez a los 22, no me acuerdo bien, solo sé que me cambió la vida. Los libros abren puertas que no sabías que existían.
- Buscar las emociones, SIEMPRE: En lo que hagas. Siempre voy a buscar la emoción en cualquier cosa que haga, porque creo que es cuando mi ser ‘sube’ al punto más alto al que puedo llegar, y eso está increíble. Claro que la vida no es vivir siempre en ese punto altísimo, pero llegarle de repente (o lo más posible) es importantísimo.
- El “momento adecuado” nunca llega: Perdón por decirlo así tal cual, pero es la verdad. Si estás nervioso por hacer algo, si tienes ganas de empezar otra cosa o simplemente se te antoja hacer un cambio grande (o chico) en tu vida, hazlo y ya. Claro que es más fácil decirlo que hacerlo pero es rara la vez que la vida te ilumine y te de las fuerzas y la confianza para hacerlo. Siempre va a haber dudas, nervios y miedo, pero al final estás peleando por algo que te traerá felicidad, ¿no? (Acuérdate del punto 5 y anímate).
- Tenemos TANTA suerte: Casi todos los días me recuerdo a mí mismo lo afortunado que soy por estar sano, tener vista, olfato, familia, acceso a educación, una mente funcional (semi), y miles de otros detalles que normalmente daba por hecho. Dije ‘casi todos los días’ y en realidad debería de ser todos todos todos todos los días, porque realmente es suerte, nada más.
- Dejarle claro a quien quieres que lo quieres: Este es complicado. Me cuesta recordarle a un amigo/familiar/conocido cuánto lo aprecio pero nunca me he arrepentido de haberlo hecho. Es como ir a correr: cuesta levantarse, ponerse los tenis y salir al frío mañanero, pero una vez que acabas de correr estás feliz. Un mensajito de “gracias por estar ahí” o de “siempre me escuchas y te agradezco” o, si eres muy penoso, echar el clásico “T.Q.M.N.C.P.A.V.O”. Desde otro punto de vista, piensa en lo padre que es oír eso de alguien que aprecias.
- Hay cosas que no puedo controlar: Me angustiaba demasiado qué fuera a pasar de mi vida en 5 meses, dónde estaría trabajando al final del año, qué pensaría tal familiar si yo hiciera una u otra cosa, si una persona tomaría o no una disculpa mía, etc. Me he dado cuenta que llega un punto en el que las cosas salen de mis manos y ya no queda en mí. Me ha dado paz poder aceptarlo porque la gran mayoría de las veces son nervios a lo güey.
- La vida es INCREÍBLE: Esto siempre lo supe, pero hoy lo siento más que nunca. Tenemos miles de cosas impresionantes en frente de nosotros. No hace falta irse lejos ni pensar mucho. Te apuesto a que si volteas 360 grados, desde donde sea que me estés leyendo, encuentras algo impresionante. Es más, te apuesto el doble a que cerrando los ojos y pensando por 1 segundo, lo logras.
En conclusión, normalmente me asustaría hoy. Me sentiría mal por no haber logrado “x” o “y” antes de los 25 o estaría nervioso por no saber qué me depara del futuro, pero he decidido dejar que el tiempo avance y mientras hacer lo mejor que pueda con lo que tengo. Estoy emocionado por lo que viene aunque no sé ni qué es. Lo que sí sé es que tengo un road-trip este fin y va a estar increíble. Prometo traerte historias, fotos y una postal de regreso.
Como siempre, te doy las gracias por leerme. Te dejo para celebrar con mi familia pero mañana empieza marzo y te tengo lista Tu Dosis de inspiración.
Te mando 25 abrazos,
Fon?.