Hace dos años escribí las 25 cosas que había aprendido en 25 años y me gusta que todavía son válidas para mí. Tengo otras cuantas que decirte.

Sabía que lo primero que haría cuando cumpliera 27 sería poner esta canción:

Te mentí y puse que esta lista tenía 27 pero no quiero forzarlos solo porque sí.

Todos los puntos que estás por leer son piezitas que he ido encontrando y que al juntarlas suman gran parte de quien quiero ser hoy en día. Si te suenan demasiado obvias tal vez eso es bueno. Nada tiene que ser tan complicado.

  1. Sé tú. Creo que esto es cada vez más común y mientras maduramos nos damos cuenta que no tiene absolutamente ningún sentido tratar de imitar a alguien más y ser exactamente como ella/él, dejando a un lado quienes somos en realidad. Esto pasa si hay madurez, pero a veces no, y es tan fuerte que siempre señalamos al que es diferente, y muchas veces con envidia o burla inconsciente, pero esto solo comprueba mi siguiente punto.
  2. Espejeamos todo el tiempo. Cada crítica, burla, provocación, ataque que hacemos es simplemente un reflejo de quienes somos nosotros mismos. Esto me queda clarísimo hoy. Nuestras inseguridades literalmente nos rebotan en la cara y cada que atacamos a cualquier persona me hace pensar que si estoy bien conmigo mismo no tengo por qué atacar a nadie más ni meterme en su vida. Alguien conforme consigo mismo no tendría por qué detener lo que está haciendo para criticar a otro, yo pienso. “Lo que digo de ti es un espejo de quién soy yo y cómo decides reaccionar es un espejo de quién eres tú”.
  3. Pakaraima me trae felicidad. Este es un proyecto de música y sustentabilidad que tengo con varias amigas y amigos. Todos somos voluntarios y le hemos estado dando durísimo a nuestro cuarto festival, que es es este sábado (y te invito a venir). Me he dado cuenta que aunque sea un trabajo muy duro en tiempos libres y no nos pague nada, la finalidad me emociona y poderlo compartir con el resto del equipo y contigo es algo que me pone muy contento.
  4. No sé nada. ¿Ubicas que cuando te vas a tu primer viaje largo/lejos y vuelves creyendo que conociste y ya sabes todo pero después de un tiempo vuelves a salir y te das cuenta que en realidad este mundo es inmenso y no conoces nada? Así siento que es la vida. Mientras más creo que sé, más me doy cuenta que es lo contrario. Y esto me emociona porque significa que seguiré aprendiendo de uno, dos, quinientos treinta temas a lo largo de mi vida y que de eso se trata todo.
  5. La compasión por encima de todo. Empecé a desarrollar mi compasión cuando me volví vegano hace casi un año pero era meramente por los animales y no por los seres humanos. Antes veía una vaca y me daba igual pero ahora la veo y la quiero abrazar. Con los humanos no era así, era un poco más indiferente e insensible. Me brincaba mucho que con otras especies lo sintiera tan fuerte y no con la mía, pero hace poco tuve una experiencia que me hizo darme cuenta que literalmente todos somos lo mismo y nació cuando me contaron este saludo maya:

    -in Lak’Ech
    -ala k’in

    que significa

    -eres otro yo
    -soy otro tú

    Me imagino a dos personas gritándose ese saludo en la calle como un “hey! Quiubo bro!” Ya no veo a nadie sin pensar que yo soy ellos y que ellos son yo. Que somos idénticos, no importa en cuántas categorías y cajas quiera meterlos. Me es mucho más fácil meterme en sus zapatos pero lo más importante es que hacer este ejercicio determina el trato que le voy a dar a esta persona. Casi siempre termina siendo un trato lindo y respetuoso. Y me está cambiando la vida.

  6. No le vas a caer bien a todo el mundo. Este es duro. Mucho tiempo pasé pisando de puntitas por la vida cuidando caerle bien a quien me topara. Me acuerdo una vez que me enteré que no era el caso con un par de personas y me comía la cabeza. ¿Por qué? ¿Qué hice mal? Muchas veces vuelve al punto #2 y otras veces simplemente no haces click y listo. No pasa nada y mejor irse acostumbrando de una vez y seguir con nuestras vidas haciendo lo mejor que podamos. Ahora que lo pienso, esto aplica inversamente y esto me lo enseñó Adam en el barco y puedo dormir tranquilo de que está bien si no te gusta todo. Es un punto eterno que otro día podemos platicar.
  7. Dejar pasar a la gente. Siempre que manejo me propongo dejar pasar a todas las personas que pueda, en especial peatones. (Esto me lo enseñó Cheko sin decirme nada y solo poniendo el ejemplo) No cuesta absolutamente nada y siempre se agradece. Piensa que cuando dejas pasar a un camión, por ejemplo, ¡le das el paso a +30 personas a la vez! Ir en el tráfico puede ser frustrante pero nosotros podemos cortar esa cadena de tanto odio/enojo/frustración que se va pasando de coche en coche con algo tan sencillo. Antes de tirarme a loco, prueba y ve cómo ese agradecimiento ajeno hacia ti se puede volver en algo padre.
  8. Ya no se puede generalizar. Hoy en día somos TANTAS personas que no se puede encasillar a nadie ya. “Los alemanes son fríos”, por ejemplo, es la frase más falsa. Esto ya no aplica en ningún caso. Confirmando el punto #1, siempre habrá gente diferente que no pertenezca a una categoría específica y que esté rompiendo con todos los estereotipos y casillas.
  9. Camino de llanta en la playa. Está bien difícil ponerle título a esto pero el otro día, caminando en la arena, vi las huellas que habían dejado las llantas de una camioneta y me puse a caminar sobre ellas. Está delicioso. Es el punto más raro de la lista pero házlo la próxima vez que puedas. Ya verás.
  10. Patience is a virtue. (Este y los próximos dos puntos tienen mucha relación) Todo lo queremos ahorita mismo. Un atajo, un quick fix, la manera más rápida y fácil de hacer las cosas. Se nos olvida que las cosas toman tiempo y que esa espera y chamba vale toda la pena.
  11. No asumir nada. Yo soy el experto en esto y tiene que ver con el punto pasado. En muchas situaciones ni siquiera puedo esperar a que me den una respuesta y ya estoy yo construyendo mil cosas en mi cerebro que ni siquiera han pasado ni van a pasar. Asumir es quitarle la oportunidad a quien sea de sorprenderte o de simplemente comunicarte, yo digo. Y está bien chafa.
  12. No reaccionar inmediatamente. Chance ya se hizo una cadena con el tema de la paciencia pero me ha pasado que cuando me tomo 5 segundos antes de contestarle a alguien en vez de luego luego, mi reacción nueva no se parece nada a lo que hubiera sido si yo contestara de bote-pronto, ¿me explico? 3 o 5 segundos cambian todo.
  13. Dejar que la gente te sorprenda. Me estoy dando cuenta que si sumas los últimos dos puntos y también el siguiente, esto pasa. Es impresionante como, cuando estoy escuchando a alguien nuevo hablar, muchas veces ya construí una conclusión de esa persona y si sigo escuchando me la destruyen por completo, para bien. De verdad me sorprende cada vez.
  14. Hoy veo a TODAS las personas como maestras. Todas me enseñan algo. Desde mis padres, mis hermanas y mis amigos, hasta los policías del súper, la gente que camina en la calle conmigo, el político empoderado… si pones atención, todo ser humano con el que te cruces te está enseñando algo. Algo de ellos mismos, algo de ti que ves en ellos, alguna lección, aprendizaje o historia con la que empatas. La cosa es estar abierto a recibir todas esas señales.
  15. Nunca dudar de ti mismo. Esta puede ser dura si el punto #1 ya nos cuesta trabajo y creo que tiene mucho que ver con lo ese miedo al éxito del que hablé aquí. Estamos tan acostumbrados a necesitar la valoración y aprobación de otros que ni siquiera nos escuchamos a nosotros mismos. Pero, ¿quién va a hacer lo que sea que queremos hacer? ¿Ellos o nosotros? ¿Quién se va a poner esa t-shirt de Rick and Morty? ¿Ellos o nosotros? (Esa tshirt tal vez solo yo, pero me la pongo y me hace feliz A MÍ).
    Una cosa que me ha dado paz a través de los años es esta: somos TANTAS personas en este planeta que A FUERZAS alguien va a conectar con lo que tengas que decir. Y si por algo eso no pasara; es tuyo, y eso nadie te lo quita.
  16. No estamos solos. Puede que el que más me cuesta sea este. Muchas veces siento que soy la única persona que piensa/siente de una manera y que nadie más a mi alrededor lo hace también, pero también me da paz que somos muchos. Y que si somos tantos y encima somos iguales, nunca voy a estar solo. Mi tendencia a encerrarme en mi mundo se va desapareciendo poco a poco porque me he dado cuenta que no sirve de nada. Te lo digo por experiencia y te invito a salir, también poco a poco, porque desde acá afuera todo se ve mejor.
  17. A veces tienes que escucharte a ti mismo aunque esto vaya en contra de lo que el resto de la gente piense. Los que te quieren se preocupan por ti, eso es un hecho. Te dicen lo que te dicen y te dan los consejos que te dan porque quieren lo mejor para ti, basándose en sus propias experiencias y opiniones, pero al final del día esas son suyas, no tuyas. Es increíble poder tener opiniones y puntos de vista ajenos a los nuestros porque nos hacen ver las cosas desde otro punto, pero habrán veces en las que tengas que serte fiel por tu propio bien. Tú sabes bien si lo que estás sintiendo y quieres hacer es la opción buena.
  18. Tener un plan es bueno. Cuando volví del barco a la Ciudad entré en un especie de limbo incómodo en el que no tenía mucho plan a futuro porque irme se había vuelto lo más importante para mí. Tenía cosas pendientes y todo pero en realidad no iba hacia ningún lado. El “dejar fluir” se convirtió en un “quédate aquí mismo” y no estaba yendo ni para adelante ni para atrás, hasta hace poco que me di cuenta de esto y estoy tratando de salir. Si lo que quería era quedarme quieto pues está bien, pero fue algo que me pasó sin querer. A lo que voy es que tener un plan a futuro (tú decides qué tan lejos o cerca) ayuda a que todo siga en movimiento y no te quedes parado en el limbo.
  19. No vivir con miedo. El miedo es lo opuesto al amor. Esto me lo dijeron dos maestros que tengo en diferentes momentos, y no me puede hacer más sentido. OBVIAMENTE es más fácil decirlo que hacerlo, ¿vea? pero lo más chistoso del miedo es que una vez que haces esa cosa que te aterraba te das cuenta de lo estúpido que era. La cosa es que se nos olvida ese sentimiento y volvemos a caer.
  20. Vivir en un barco no es nada fácil. Esto lo aprendí a fuerzas y pensando que sería lo más romántico del mundo, jajaja, pero igual tuvo más que encanto.
  21. Gracias. La gratitud está de moda y me gusta. Creo que dar gracias de algo automáticamente le sube el valor. Y tenemos demasiado de qué estar agradecidos. Con el simple hecho de poder leer esto sería suficiente, pero si le rascas hay un millón de cosas más. Cuando agradecemos reafirmamos lo afortunados que somos y nos pone las cosas importantes en perspectiva. Creo que la gratitud es como un truco de magia pero en este sí te dicen cómo lo hacen y cómo lo puedes hacer tú.
  22. TODO VA A ESTAR BIEN. Puede que esto sea lo más importante para mí ahorita. Soy demasiado preocupón y a veces me abruma la cantidad de cosas que pasan en el mundo, los pendientes que tengo y las cosas que no me están saliendo bien –llámese relaciones profesionales, amorosas, amistosas, familiares y personales– pero haciendo memoria en mi pasado y analizando la vida, todo encuentra manera de acomodarse si sigues trabajando y confiando. No me preguntes por qué, pero hoy, 28 de febrero del 2019, estoy convencido de que todo va a estar bien. Para ti y para mí.

Si llegaste hasta acá abajo, te comparto un video que me gustó mucho que habla de lo que significa ser un hombre. Y algo muy cagado que me hizo el día ayer.

Te mando 27 abrazos por por leerme y por estar aquí. Es un gran regalo.

Fon ?.

P.S. La foto de portada me la tomó el buen Iñaki hace unos fines de semana en Mineral del Chico.